(Re)copeando, aunque no les diga nada

Este hortus parece que esta más conclusus que otra cosa, pero no es así: la actividad continua de forma latente respecto a la expresión y de modo patente, respecto a la acción interior y a la pasión. De hecho mi hortus conclusus no es la mera etiqueta que me sirve para denominar a unos cuantos escurrimientos que, por creer que pueden tener pegada, pongo en la superficie de una pantalla, que los navegantes de la red recorren una y otra vez sin detenerse en ningún puerto definitivo. Mi hortus conclusus tampoco soy yo, tampoco es mi alma y mi espíritu, aunque en él este la huella de lo que soy. Mi hortus conclusus es parte de lo que digo y lo digo, porque estoy convencido de que al escribirlo me lo aclaro.

Basta ya de metarreflexiones blogueras. Lo único que quiero comunicar en esta entrada es que voy a ir colgando alguno de los editoriales que abren el programa de información sociorreligiosa El Espejo de la Iglesia en Aragón, que difunde COPE los viernes de 13.30 (aprox.) a 14.00 horas. Los voy a publicar sin edición alguna, con su forma radiofónica, sin adición y sin reducción. Sin ánimo de sentar cátedra, pues no "pretendo grandezas que superen mi capacidad". Ni siquiera son la opinión de la iglesia, sino la reflexión de uno que intenta sentir con la iglesia. Sin más.

En todo caso, estas entradas las dedico a todo el equipo de @cincoenlacope. Periodistas en ejercicio o en formación, jóvenes y católicos. Apasionados y reflexivos. Distintos y amables. Buenos y queridos. Son, por orden de antiguedad, Alba y Chema, Marta, Catalina, Alberto, Cristina y Sheila. Cuando sus tareas de reportera se lo permiten, Susana. Fueron (y de algún modo lo siguen siendo) Lydia y Rafa. Por supuesto, a nuestro técnico Víctor. Gracias, eSquipo.