Más que indignado: ¡cabreado!


Hay dos asuntos que me traen frito. Con distintos matices se vienen repitiendo: primero, con ocasión de la visita de Benedicto XVI a Santiago de Compostela y a Barcelona en noviembre de 2010; ahora, con motivo de su participación en la JMJ 2011 en Madrid. El cambio de matiz viene dado por la persistencia -que no pertinencia- de algunos grupúsculos de izquierda laicista que, sospechosamente, constituyen la vertebración ideológica de los indignados.

Los dos puntos son los siguientes:

Primero. El continuo achaque a los católicos de una succión vampírica de las arcas del estado para sufragar sus montajes anacrónicos y que buscan la consolidación de su mítico poder a través del culto a la persona.

Segundo. El recurso a mostrar que los beneficios económicos que conlleva la visita del Papa son superiores a los gastos como única apología posible.

El ataque es estrambótico y la defensa, una capitulación. Y, por eso, me ponen frito.

En todo caso, el Papa traerá la esperanza a los jóvenes: los únicos que, desde la honestidad y la generosidad, podrán superar la crisis. La clave de todo ello es Dios. ¿Merece la pena? O, como diría mi amigo Fidel, ¿pides algo más?

Comentarios

  1. ¡Alma calma, alma calma!. Esto lo aprendí de ti y no sabes como me sirve. Cuantas cosas nos irritan y nos enrabian y muchos más adjetivos malsonantes. Pero vamos a disfrutar de estos días que si son algo, son un verdadero regalo de Dios, organizado por hombres. Y para disfrutar al máximo del privilegio que vamos a ver, que mejor que rezar y rezar para que tengamos serena el alma para encontrar en todo y todos lo mejor, hasta en aquellos, que tanto en un caso como en otro , nos sacan de quicio. Buena semana, que yo la he empezado genial, con una tarde encantadora con mi hijo, alguna compra, un té en una terraza de Zaragoza y una larga conversación.
    PD: de regalo nos ha traido un foie que ha hecho en el restaurante, desde limpiar el hígado hasta terminar todo el proceso. A ver si queda para cuando vengas.
    Abracicos

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  2. No te preocupes, Carmen, no estoy más indignado,más cabreado o más frito de lo que puedo estar habitualmente. Se trataba de imprimir cierta vehemencia al escrito. Nada más, porque la vida, en lugar de seguir igual, siempre va a mejor. ¿Verdad? Me alegro de esa tarde de disfrute de hijo que tuviste ayer. Por lo demás, rezar y ofrecernos para que la JMJ supere el alto índice de éxito espiritual que ya está mostrando. Para que luego piensen o digan que los católicos no somos una bendición para el mundo... Un abrazo.
    PS: Lo del foie me parece genial

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