Con corazón, con alma


Ay, la composición de lo real. Materia y forma; acto de ser y esencia. Complejas complejidades que me acomplejan. Incluso teniendo que explicarlas. Espero que mis alumnos reciban de mi una guía, una luz, para introducirse en la indagación del ser sin prejuicios. Para llegar del ser al Ser y sobrecogerse con la felicidad de quien contempla la más grande de las generosidades.

El fragmento del Evangelio de hoy -domingo XXX del TO-A- me ha puesto en el disparadero de esta reflexión: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente". Palabras del Señor, propias de un judío piadoso y que siguen pronunciándose también por los cristianos temerosos de Dios. Mis disquisiciones -en las que todavía me debato- giran en torno a las nociones "corazón" y "alma". Amar con todo el corazón y con toda el alma, ¿no es lo mismo? No. Amar con el corazón, ¿es amar con la voluntad? No. Amar con el alma, ¿es amar con la inteligencia? No. Para un griego y un grecorromano, el alma es el principio vital, que actúa, anima o vivifica lo que es dotación natural/material. En el caso del ser humano, el alma es la dotación racional, es decir, la inteligencia y la voluntad.

El problema es que todavía no hemos esclarecido qué es el corazón. No es la mera víscera. No es la metáfora del viviente, pues el vivir es estar "animado". ¿Qué es entonces? Creo que el Magníficat arroja luz: "Magnificat anima mea et exultavit spiritus meus". Aquello que expresa el gozo es el anima, pero lo que se alegra es el spiritus. Parece ser que, en un nivel de mayor profundidad, que el alma, hay una instancia de importancia irrenunciable, pero que es a menudo olvidada: el espíritu. Tanto yo, como mi abuela tenemos alma. Más o menos distinta y/o ejercitada. Mayor o menor dotada. Pero ambos somos racionales en nuestra inteligencia y en nuestra voluntad. Pero en el espíritu somos distintos: personas creadas y queridas por Dios. Ahí está la capacidad de amar por encima de las apetencias; ahí está la capacidad de conocer por encima de las definiciones; ahí está la capacidad de querer por encima de las tendencias. Ahí somos amados y amantes de Dios; amados y amantes de las demás personas. Ahí está la capacidad de ser perfectos en la caridad. Como diría Sellés Dauder, ahí está nuestro copyright.

Qué difícil es hacer experiencia del propio espíritu. Incluso es imposible para el que lo busca, pues sólo lo encuentra quien busca a Dios con sincero corazón. La verdad del espíritu se esconde a los que no conocen a Dios. Aunque piensen que han encontrado las más absolutas profundidades del ser, lo único que vislumbran es su propia conciencia. Una conciencia propia grande, aunque cerrada en sí misma. Aunque piensen que han eliminado el deseo, lo único que han logrado es acallar la propia voluntad, pero se han olvidado de que son distintos a los demás seres. Se han olvidado de que son hombres, para buscar la tranquilidad, confundiéndose con una naturaleza tan variada, como sin posibilidades de vida por sí misma. Han olvidado su grandeza y se han convencido de que no existe, porque la han negado. Se han perdido en el anonimato del sinsentido.

En Dios, el ser humano no se pierde, sino que se encuentra. No es una cifra identificativa, sino un ser único e irrepetible; pero, sobre todo, amado hasta el extremo. Cuando se da cuenta, su espíritu se alegra y su alma canta. El uno vive y la otra manifiesta. La unidad entre ambas realidades es la música armoniosa que suena cuando un santo vive.

Perdón. No volveré a meterme por estos andurriales. No, no puedo prometer esto...


Comentarios

  1. Te has metido por estos andurriales y segurísimo que seguirás metiéndote y así lo deseo. El que pienses, reflexiones y crees te enriquece a ti y después a quienes te leemos. Pero lo tenemos que leer detenidamente por que a veces nos perdemos. Qué manera más deliciosa de meditar sobre el evangelio de hoy. Y estoy muy de acuerdo en lo difícil que es hacer experiencia del propio espíritu. En tus escritos no esta el anima sino el spiritus. (uffff,me parece que yo si que me estoy perdiendo por estos andurriales). Así como que la verdad del espíritu se esconde a los que no conocen a Dios. Hoy cuando escuchaba el último terremoto en Turquía y la muerte del corredor de motos, pensaba - parece que todo se desmorona. A la vez he pensado que quienes no creen en dios y mucho menos en la vida eterna y en la resurrección tienes que estar aterrados pensado que en cualquier momento pueden pasar a la nada.
    En fin,¡ojalá que con nuestras vidas sepamos acercar un poco a los que nos rodean a Dios. Y eso que comenzamos con nuestros jóvenes el viernes y creo que tenemos que cambiar de estrategia porque me parece que tendremos nubarrones. Un día de estos te mando un e-mail y te lo cuento. Feliz semana

    ResponderEliminar
  2. Jajaja... los andurriales. Si es que como nos va lo difícil... El tema del espíritu es complicado y habría que repensarlo desde los originales bíblicos. Ahora estaba pensando en Nuestro Señor, que al entregar el Espíritu, entrego también el alma. Otro complejo de relaciones. Rezo un montón por los catecúmenos de Pina y más, por las catequistas. Nunca os agradeceremos suficiente vuestra entrega. Él Señor si lo hará. Además Él no se deja ganar en generosidad. Espero ese correo-e. Y también algún café. También te deseo una feliz semana

    ResponderEliminar
  3. He de decir que hace poco descubrí su blog, por estas cosas del facebook y he de decir que estoy gratamente sorprendida.
    Esta última entrada me ha gustado especialmente, el tema que usted ha tratado es para mi el gran desconocido y me ha dado una luz sobre según que cosas.
    Le mando un cordial saludo

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias, María Nieves. Si me has descubierto por facebook, seguro que tenemos amigos e intereses en común.
    Tu comentario es muy generoso y, por una parte, me anima a seguir con el blog, a la vez, que me exige una mayor responsabilidad a la hora de elegir los temas y escribir sobre ellos.
    Desde luego, eres bienvenida a este Hortus Conclusus. Te agradeceré cualquier sugerencia. No cabe duda que un blog vive de sus comentadores, espero que sigas ofreciendo tu opinión y abriendo diálogos.
    Un cordialísimo saludo

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares