No man´s land...
Moeller... El gurú de una época y de una cultura más que emergente. Un sacerdote belga. Con una vida casi paralela a la de aquel otro clérigo que postuló la Teoría del Big Bang. Dos ejemplos de la proverbial incultura del clero con la que se llena la boca de los progres proverbialmente cultos.
El primero, Charles Moeller, escribió en una de sus obras (Sabiduría griega y paradoja cristiana) un párrafo que me hubiese gustado escribir en el libro que no he escrito y que jamás me hubiese atrevido a formular. Pero como no es mío y como me gusta, lo copio sin más:
Dante es uno de esos autores de que todo el mundo habla y nadie lee. Si algunos conocen un poco a Homero y Virgilio, si la mayoría saben por qué quiso morir Antígona, si Edipo nos conmueve aún, si "el hombre ilustrado" sabe poco más o menos quién es Shakespeare, Dante comparte con Goethe y Cervantes un olvido del que nadie parece avergonzarse. La gente lee la última producción de Montherlant, se apasiona por Morgan, devora a Sartre, pero ignora que Don Quijote es un libro único, un espejo incomparable del alma humana, y desconoce sin inmutarse el verdadero rostro de Fausto, que es todo lo que se quiera salvo el que le ha atribuido Gounod. En cuanto a Dante, sucede algo así como con el vaso de Soissons: todo el mundo se inclina ante ese nombre, pero es inútil formular preguntas sobre él, ya que, a menudo, habría que dar una nota de exclusión. Interrogad a vuestros amigos: ¿quién de entre ellos ha leído siquiera una vez La Divina Comedia ("ese poema en que intervinieron el cielo y la tierra"). Ninguno de los míos lo ha hecho. Cierto que todo el mundo conoce aquello de Nel mezzo di camin di nostra vita, o bien lo de Lasciate ogni speranza voi ch´entrate (¡eso si este último verso no sirve de inscripción irónica a la puerta de ciertas aulas de profesores que no tienen el don de interesar!). Conoce también a Francesca de Rimini, y el "Aquel día, ya no leímos más". Finalmente, el episodio de Ugolino está en todas las memorias. Aparte de esto, nada. El no man´s land, la tierra de nadie.
Perdón si, con palabras que no son mías, he herido a alguien. Mas todavía hay tiempo: ¿se apunta alguien a una lectura veraniega de la Comedia?
MI querido amigo:
ResponderEliminarEsa fue mi lectura del pasado verano (peruano), pero estamos conformes en una cosa: Dante es alguien de quien todos hablan y muy pocos han leído. Lo cierto es que es difícil leer una buena traducción de la Divina Comedia...y si hay algo que me da pena es no saber el italiano suficiente para leerlo en su lengua original, o el inglés suficiente para apreciar a Shakespeare en toda su hermosura, mientras tanto hay ediciones preciosas de la Divina comedia. Como el Quijote, cuando entras a ese fabuloso mundo de ficción, llegas a reirte mucho, a conmoverte y por supuesto a pensar mucho, mucho, mucho. Otra cosa de la que me arrepiento es no haber hecho más fichas de los textos de la Divina Comedia, es como comerse un cochinillo congelado a trozitos pero no importa siempre está bueno.
Auguri.
¡Hola!,como soy una triste pecadora,pasé el infierno y me quedé en el purgatorio,creo,no obstante que es una obra muy "espesa",porque hay mucha tela que cortar de cada experiencia que Dante comparte con la gente que va encontrando en su peregrinaje,la verdad,en este mundo real tan injusto,con tanta maldad encubierta ,no puedo evitar el identificar a tanto malvado y desearle el correspondiente castigo en la otra vida,como lo tuvieron los malos en la Divina Comedia,por cierto,me imagino el purgatorio un poco más benévolo,que tengo que pasar muchos siglos allí...Saludos!
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