ROBAR

ZP no es Robin Hood. El entrañable personaje robaba a los ricos para darlo a los pobres. Nuestro tirano roba a los pobres y parados (¡con la que está cayendo!) y se lo da a los ricos. Porque, amigo mío, los vividores del cine hecho en España no son pobres. Hay que repetirlo en voz alta: NO SON POBRES. Además es la típica industria que hay que reconvertir, porque el cine hecho en España no aporta nada al PIB. No aporta, ni aportará. ¡Aunque a algunos les guste comer bazofias! (por no decir excrementos ideológicos). Si por lo menos fuera ideología, como en el caso de la propagandista película "El acorazado Potemkin"... Ay, pero no es ni eso. El cine hecho en España (ven que me resisto a decir cine español) es como los gusanos que aparecen en la putrefacción de los cadaveres. Sí: una vez que se cayó el Muro de Berlín, murió una ideología (¡perversa!, y no digo que no haya otras que también lo sean) y sus restos, a modo de reliquias, fueron repartidos entre sus albaceas acomodados en el liberal occidente. Entre ellos, una gran parte de los hacedores de cine en España. Y ahora, los pobrecitos desgraciados que todavía no hemos recibido la iluminación, tenemos que venerar, obligados, dichas reliquias en unos relicarios que todos pagamos:

75 millones de euros en tres años
para pagar "relicarios" (= cine hecho en España)

Nota aclaratoria. De vez en cuando entre el estiércol nace alguna margarita (pero aunque la vista sea agradable, cuando te acercas, sigue oliendo a fiemo).