Un año después...


Un año después de la bomba en la Universidad de Navarra. Todavía no se me ha olvidado ese ruido a nada comparable. Los alumnos han hecho una ofrenda de flores a la Virgen del Amor Hermoso. Sin duda, fue un milagro.

Un año después del atentado, el ministro Gabilando ha anunciado la posibilidad muy probable de aumentar la enseñanza obligatoria de nuestros jóvenes hasta la edad de 18 años. Una gran idea...

Si se hiciese obligatoria hasta los 65, no habría paro. O también podría quitarse la palabra del diccionario. Me imagino que esta nueva medida llevará aparejada decisiones urgentísmas conformes con la psicología evolutiva tan en boga (tan en boga hace 30 años): se comenzará a enseñar a leer a los niños de diez años y cuando sean capaces de leer el prospecto de la píldora del día después y utilizarla, se les enseñará a sumar y restar, para que, al cumplir los 18, estén en condiciones de pasar a la universidad. En ella, podrán cursar estudios superiores: multiplicaciones, divisiones, algún quebrado e, incluso, análisis sintácticos y morfológicos.

En unos años, ¡por encima de los suecos!

Comentarios

Entradas populares