César Antonio Molina: "Arte y poder"
Un nuevo seminario organizado por la Cátedra "Félix Huarte". Es una cátedra de arte, pero "arte" y "huarte" organizan una rima interna que "esceriza" la sensibilidad de cualquiera. Por tanto, Cátedra "Félix Huarte". En la UN.
El ponente ha sido César Antonio Molina. Álvaro de la Rica lo ha presentado como universitario, agente cultural, periodista y poeta. Eso era lo importante. Además, ha sido Ministro de Cultura del Gobierno de Rodríguez Zapatero entre los años 2007 y 2009. Poco tiempo para alguien del que esperábamos mucho.
El tema de su disertación ha sido "Arte y poder". Me he alegrado al verlo entrar en la sala con un volumen de la Biblioteca Clásica Gredos. El centro de sus reflexiones ha sido la contradictoria vida de Séneca. Un gran maestro que no supo educar a Nerón, un gran estóico que desarrolló el arte de la usura. Séneca, la cima de la inteligencia y la cima de la opulencia.
El tono empleado por Molina es el de la excusatio. Nada más comenzar, ha señalado que el fatum que acompañaba a los grecorromanos ha sido sustituído por el sentimiento de culpa judeocristiano. Esta hipótesis ha quedado demostrada con su autobiográfica intervención. El intelectual, que ante una oportunidad política siente una obligación política, experimenta en sus carnes que la tarea de iluminar lo público no es gratificante, sobre todo, cuando, a la primera de cambio, contempla que lo público lo oscurece todo.
El ex ministro, tras glosar la vida de Séneca, ha dicho: "Yo lo perdono, ¿quién me perdonará a mí?". Parece que César Antonio Molina ha sentido que cualquier "aristóteles", al penetrar en el gobierno de la polis, lo da todo para salvar a los demás y perece él mismo.
La conferencia ha sido altamente provechosa. La experiencia de Molina confirma, así lo ha dicho, que "no hay mejores políticos que los que provienen de otro campo". "Al menos, continuaba, los ciudadanos saben de donde vienen y adonde volverán". Es algo así como los políticos del agitado XIX español. Como eran grandes terratenientes, nunca sintieron la tentación de meter la mano en el erario público.
Me he quedado con las ganas de preguntarle algunas cosas. Ha dicho que "el fin de la política es la libertad". Yo digo que no. La libertad es el principio de la política. Normalmente las corrientes que plantean la acción política como un medio para logar determinada libertad acaban imponiendo de un modo totalitario la idea que tienen de ser humano. Es más, esa libertad buscada nunca llega.
Otro aspecto para comentar con él hubiese sido la elección de autores a los que se ha referido. Los más citados han sido Séneca, Bacon, Montaigne y Spinoza. Barrunto que, entre ellos y nuestro ponente, se hallaría el escepticismo como común denominador.
Finalmente ha afirmado que el deísmo presenta un dios que es la encarnación de la razón. Yo diría lo contrario: el dios del deísmo es la absoluta descarnación de la razón.
Sigo pensando que Molina era un buen ministro, quizás, el mejor del gabinete de Rodríguez Zapatero. O el único con la cabeza en su sitio.
El ponente ha sido César Antonio Molina. Álvaro de la Rica lo ha presentado como universitario, agente cultural, periodista y poeta. Eso era lo importante. Además, ha sido Ministro de Cultura del Gobierno de Rodríguez Zapatero entre los años 2007 y 2009. Poco tiempo para alguien del que esperábamos mucho.
El tema de su disertación ha sido "Arte y poder". Me he alegrado al verlo entrar en la sala con un volumen de la Biblioteca Clásica Gredos. El centro de sus reflexiones ha sido la contradictoria vida de Séneca. Un gran maestro que no supo educar a Nerón, un gran estóico que desarrolló el arte de la usura. Séneca, la cima de la inteligencia y la cima de la opulencia.
El tono empleado por Molina es el de la excusatio. Nada más comenzar, ha señalado que el fatum que acompañaba a los grecorromanos ha sido sustituído por el sentimiento de culpa judeocristiano. Esta hipótesis ha quedado demostrada con su autobiográfica intervención. El intelectual, que ante una oportunidad política siente una obligación política, experimenta en sus carnes que la tarea de iluminar lo público no es gratificante, sobre todo, cuando, a la primera de cambio, contempla que lo público lo oscurece todo.
El ex ministro, tras glosar la vida de Séneca, ha dicho: "Yo lo perdono, ¿quién me perdonará a mí?". Parece que César Antonio Molina ha sentido que cualquier "aristóteles", al penetrar en el gobierno de la polis, lo da todo para salvar a los demás y perece él mismo.
La conferencia ha sido altamente provechosa. La experiencia de Molina confirma, así lo ha dicho, que "no hay mejores políticos que los que provienen de otro campo". "Al menos, continuaba, los ciudadanos saben de donde vienen y adonde volverán". Es algo así como los políticos del agitado XIX español. Como eran grandes terratenientes, nunca sintieron la tentación de meter la mano en el erario público.
Me he quedado con las ganas de preguntarle algunas cosas. Ha dicho que "el fin de la política es la libertad". Yo digo que no. La libertad es el principio de la política. Normalmente las corrientes que plantean la acción política como un medio para logar determinada libertad acaban imponiendo de un modo totalitario la idea que tienen de ser humano. Es más, esa libertad buscada nunca llega.
Otro aspecto para comentar con él hubiese sido la elección de autores a los que se ha referido. Los más citados han sido Séneca, Bacon, Montaigne y Spinoza. Barrunto que, entre ellos y nuestro ponente, se hallaría el escepticismo como común denominador.
Finalmente ha afirmado que el deísmo presenta un dios que es la encarnación de la razón. Yo diría lo contrario: el dios del deísmo es la absoluta descarnación de la razón.
Sigo pensando que Molina era un buen ministro, quizás, el mejor del gabinete de Rodríguez Zapatero. O el único con la cabeza en su sitio.
Buenas tardes.
ResponderEliminarHe visto que tiene mi blog entre los de sus lista. Siempre anima ver que alguien nos sigue, pero a la vez aumenta la responsabilidad de lo que se hace en la Red.
Paseándome por su blog he tenido la grata sorpresa de encontrar una buena recopilación de búsquedas sobre el Canto Gregoriano, seguro que recurriré a ellas el próximo curso.
Muchas gracias.
Un saludo.
Loly, muchísimas gracias por pasar por este pequeño espacio al que llamo "Huerto cerrado". Sobre todo, sabiendo lo que significa meterse en un "huerto". No sé cómo llegue a su "Programa continuo", pero desde el principio me pareció un buen recurso pedagógico. Hoy por hoy, no me dedico a la docencia, pero vivo en el mundo del aprender y eso une siempre.
ResponderEliminarMe alegrará que use mis búsquedas sobre gregoriano. Además,espero seguir incrementándolas.
Un saludo,
Oiga, joven, cada vez escribe Vd. mejor. Muy interesante esta entrada...
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