Aula Dei: el silencio que se va (II)
A pesar de haber entrado todos lo días en mi pequeño espacio esférico, no he tenido tiempo ni ganas de dejar rastro escrito. Hoy lo voy a hacer, presentando ante vosotros una serie de pensamientos que me rebotan en los muros del cráneo al pensar sobre la Cartuja.
En primer lugar. La marcha de los Cartujos es peor cien mil veces que el trasvase del Ebro. Este último se daría sobre el caudal sobrante. Sin embargo, si se van los habitantes de la centenaria Aula Dei no quedará ni una gota del caudal ecológico necesario para mantener la presencia monástica masculina en Aragón.
Después. Parece que los defensores del patrimonio artístico aragonés en Lleida se callan ante la marcha de los hijos de San Bruno. ¿Por qué? Porque entienden que los monjes son molestos. ¡Impiden el paso de mujeres a la clausura! Señores, ¿o son malos o son tontos o son incultos? Creo que las tres cosas.
Tercero (y último, de momento). Dice el refrán: La mancha de la mora con otra verde se quita. Si se van los Cartujos, me conformaría con que vinieran a ocupar su sitio los benedictinos de Le Barroux.
Hasta mañana.
En primer lugar. La marcha de los Cartujos es peor cien mil veces que el trasvase del Ebro. Este último se daría sobre el caudal sobrante. Sin embargo, si se van los habitantes de la centenaria Aula Dei no quedará ni una gota del caudal ecológico necesario para mantener la presencia monástica masculina en Aragón.
Después. Parece que los defensores del patrimonio artístico aragonés en Lleida se callan ante la marcha de los hijos de San Bruno. ¿Por qué? Porque entienden que los monjes son molestos. ¡Impiden el paso de mujeres a la clausura! Señores, ¿o son malos o son tontos o son incultos? Creo que las tres cosas.
Tercero (y último, de momento). Dice el refrán: La mancha de la mora con otra verde se quita. Si se van los Cartujos, me conformaría con que vinieran a ocupar su sitio los benedictinos de Le Barroux.
Hasta mañana.
Mi querido Hermano:
ResponderEliminarLa pérdida de la Vida eremítica y masculina en Zaragoza es una verdadera trajedia. No quiero ni imaginar que "factores" han tenido que ver en semejante atrocidad. Ciertamente que los monjes desean vivir en el silencio y la paz, pero los muros milenarios de la cartuja de Aula Dei garantizaban esas condiciones, pese a todo. Qué lástima. Y ¡Como me recuerda todo esto a la pérdida de las monjas hijas de Mons. Lahiguera de Monte Canal! Por las presiones externas y quizá también -lo desconozco- por la indiferencia -al menos- interna. No se que pensarás...
Queridísimo Ángel. Siempre es para mi una buena nueva encontrar tu rastro en las palabras que aquí dejas.
ResponderEliminar¿INDIFERENCIA? Parce ser, y tengo buena fuente, que en la sesión constituyente del Consejo Presbiteral, su Presidente, y a ruego de los consejeros, manifestó que desconocía la razón que lleva a los cartujos a abandonar su casa.
¿INDIFERENCIA? Creo que alguna vez hemos ido, tú y yo, a participar en las vísperas y nos han despachado. ¿Protección de la vida cartuja?
Me concederás que los últimos años de nuestra Aula Dei han sido raros.
Un fuerte abrazo
La marcha de los cartujos es una gran perdida, seria deseable que no se fueran y si ello no es posible que vengan otros, dejar ese cenobio sin vida religiosa es una gran tragedia
ResponderEliminarLas razones por las que se van, no es por que las mujeres vayamos a ver la cartuja, para nada se interrumpe su vida religiosa ni de silencio, esa escusa no me sirve, pero si puedo decir que los cartujos hace unas decadas que dejaron atras su vida de antaño para incorporarse a otras actividades que qquizas sean las que le alejan de aquí
Dios nos acoja a todos y remedie esta perdida
Gracias BOIRA_A por tu comentario. Aunque me gustaría que fueses más clara: ¿Qué significa que dejaron su vida de antaño...? Esto sí que me preocupa. En todo caso, comparto tus argumentos. Un saludo
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