"Il vangelo secondo Matteo" (II)

Fotograma de "Il vangelo secondo Matteo" de Pasolini (1964)

El evangelio según San Mateo como producto fílmico sigue a una serie de opciones previas del director. En primer lugar, los actores. No va a haber actores profesionales. Como hemos dicho, su madre va a encarnar a la madre de Jesús anciana. Un exiliado español, Enrique Irazoqui, va a interpretar el papel de Jesús. Y, así, ocurrirá con todos los papeles1. En segundo lugar, el guión. Los distintos parlamentos de Jesús, aunque fieles, adoptan un sentido grandilocuente, declamativo y discursivo. En definitiva, se centra en un mensaje de esperanza meramente humana (así ve Pasolini el mensaje de Jesús) y, al mismo tiempo, alejado, muy alejado del día a día de unos discípulos que actúan como “labradores italianos”. El Jesús de Pasolini impresiona por su rigidez y por el ethos de sus planos en blanco y negro2. Podríamos decir que este Jesús está más cerca del pensamiento y la forma que se condensa en la más clásica de las tragedias griegas o del predicar pagano del Zaratustra nietzscheano, que del Dios compasivo y misericordioso que se muestra en el Cristo de los Evangelios. Es desde este punto, desde el que podemos decir que, sobre cualquier intento de reconstrucción histórica, Pasolini ofrece una interpretación subjetiva que trata de encontrar la relevancia contemporánea del mensaje de Jesús. Todo desde el tamiz de una interpretación marxista de la sociedad3. Pensemos en escenas como los discursos del Señor o las controversias con el poder farisáico. El Jesús que se nos ofrece camina altivo y seguro, casi sobrevuela sin tocar, por los secarrales, lanzando ideas. Esta imagen4 queda realzada por el sonido ambiente, el viento o los ecos de la multitud, que se rompe con la música magnificente de Bach y, paradójicamente, de los ritmos étnicos que emplea. El culmende esta fría teatralidad es la escena de la resurrección.


Merece la pena preguntarse por la oportunidad de una de las calificaciones más común entre los críticos acerca de esta película. Para muchos, El Evangelio según San Mateo es una película realista. Sin embargo, para otorgarle esta calificación es necesario presentar un punto de comparación. Realista, ¿respecto a qué? ¿Respecto al testimonio evangélico?, ¿respecto a la imagen costumbrista que se tiene acerca del pueblo judío dominado por los romanos? En nuestra humilde opinión, el único realismo que se puede atribuir a la película de Pasolini se refiere a esa imagen preconcebida y tópica sobre el tiempo y la vida de Jesús. Sí, el director italiano presenta una buena película ―¡magistral!― sobre ese tiempo que da inicio a la Era Cristiana, pero traiciona con su plasmación física y moral de la persona de Jesús el mensaje redentor y sobrenatural que constituye el meollo de los Evangelios. Según lo dicho anteriormente, nos inclinamos por pensar que se trata de un cine poético5. El director se sirve de una palabra recibida y fija para amplificar su sentido, añadiéndole nuevos y subjetivos significados. Los significados que él quiere. ¿Realismo o surrealismo? Poesía comprometida.


A pesar del paso del tiempo, esta película sigue resultando misteriosa y sorprendiendo al que la contempla. No en vano ha sido altamente reconocida por la crítica católica, al mismo tiempo que denostada por los pensadores oficiales de la izquierda. Él mismo plantea el carácter ambiguo de sus creaciones cinematográficas y lo acepta. Para nosotros, resulta de justicia afirmar que no se puede prescindir del Jesús de Pasolini si se quiere ofrecer una visión completa de los grandes hitos de la historia del cine bíblico.

1 Este es el reparto completo: Enrique Irazoqui (Jesucristo, doblado por Enrico Maria Salerno); Margherita Caruso (María joven); Susanna Pasolini (Maria anciana); Marcello Morante (José); Mario Socrate (Juan Bautista); Rodolfo Wilcock (Caifás); Alessandro Clerici (Poncio Pilato); Paola Tedesco (Salomè); Rossana Di Rocco (Ángel del Señor); Renato Terra (fariseo); Eliseo Boschi (José de Arimatea); Natalia Ginzburg (Maria de Betania); Ninetto Davoli (pastor); Amerigo Bevilacqua (Herodes I); Francesco Leonetti (Herodes II); Franca Cupane (Herodías); Apostoli Settimio Di Porto (Pedro); Otello Sestili (Judas); Enzo Siciliano (Simón); Giorgio Agamben (Felipe); Ferruccio Nuzzo (Mateo); Giacomo Morante (Juan); Alfonso Gatto (Andrés); Guido Gerretani (Bartolomé); Rosario Migale (Tomás); Luigi Barbini (Santiago, el de Zebedeo); Marcello Galdini (Santiago, el de Alfeo); Elio Spaziani (Tadeo).

2 Cfr. John R. RAY (ed.), La nueva imagen del cine religioso, UPSA, Salamanca, 1998, p. 97. Este volumen recogen los trabajos de los participantes en un Simposio Internacional celebrado en 1993 en Villa Cavalleti, en las montañas de Albano, al Sur de Roma.

3 Cfr. RAY, op. cit., p. 83.

4 Algunos tachan a esta película de “pseudo-religiosa” por lo que tiene de desesperada. Cifran la contaminación en el estilo que presenta: la mezcla de lo austero con lo vulgar, de lo grandioso, con lo insignificante. Cfr. Daniella IANNOTA y Dario VIGNANO, Essere. Parola. Immagine. Percorsi del cinema biblico, EFFATA´Editrice, Torino, 2000, pp. 175 y ss.

5 Pasolini considera que hay dos tipos de lenguaje en la literatura: verso y prosa. La diferencia entre ellos es lo que, desde la Teoría Semiótica, llama calidad de los signos. Los signos en prosa designan uno o pocos significados. Sin embargo, el autor de versos, el poeta, asigna y crea numerosos significados para cada signo o palabra. En el cine resulta más complicada está diferenciación, porque no hay lenguaje (“in-signo”). A pesar de esta dificultad, Pasolini reconoce que hay un cine en prosa (=literal) y un cine en verso (apertura de significados). El director de El Evangelio según San Mateo confiesa que hace cine en verso, a pesar de la sobriedad y severidad de cada una de sus escenas. Cfr. Pier Paolo PASOLINI y Eric ROHMER, Cine de poesía contra cine de prosa, Pier Paolo Pasolini contra Eric Rohmer, Anagrama, Barcelona, 1970, pp. 11-47.

Comentarios

Entradas populares