"La Pasión de Cristo" (II)
Ayer decíamos que uno de los aciertos de Gibson es la construcción de la figura del Diablo. Sería injusto quedarnos en este nivel. El Jesús paciente que aparece en esta película, representado por Jim Caviezel, es para muchos el mejor de toda la historia. Y, cómo no, la figura de María que adquiere la función de clave interpretativa del drama que se desarrolla. Ella es la causa de cada flash-back. O pensemos, también, en cómo es María la que, al tiempo que llora, va recogiendo cada gota de sangre que brota del cuerpo malherido de su Hijo. Y la sangre es uno de los grandes signos que aportan continuidad y sentido a la película. No podemos olvidar cómo Gibson acierta con cada personaje1: María Magdalena, Juan, Simón de Cirene, Pilatos y su esposa... Cada uno de ellos está tan bien construido que merecería una película2.
¿Antisemitismo3? Se trata de un tema clásico entre el catálogo de tópicos contra la Iglesia Católica. Es decir, a una película claramente católica, corresponde una crítica basada en el antisemitismo. Pues bien, La Pasión tiene tanto de odio a los judíos como los Evangelios. Nada. En la película, los judíos desempeñan ni más ni menos el papel que se les atribuye en el texto sagrado. Es posible, y de esto no se dice nada, que salgan peor parados los romanos.
Antes de terminar, conviene hacer una alusión a las lenguas empleadas para el guión de la película. El director opta por presentar los diálogos y parlamentos en las lenguas en las que los emitieron sus protagonistas históricos. Para ello cuenta con un esmerado asesoramiento científico por parte de filólogos, historiadores, arqueólogos y antropólogos. El efecto es sorprendente: en lugar de alejar, arroja una atmósfera mistérica, que permite al espectador presenciar la acción como un personaje más.
La Pasión de Cristo ha sido fuertemente criticada (normalmente, en clave ideológica). Sin embargo, todos coinciden en valorar muy positivamente algunos aspectos. “Cinematográficamente, la película cuenta con unas interpretaciones excelentes (…), una fotografía caravaggiana excelente, una eficaz banda sonora, y un uso muy expresivo de la cámara y sus encuadres”4.
1 Reparto: James Caviezel (Jesús de Nazaret), Monica Bellucci (María Magdalena), Mattia Sbragia (Caifás), Claudia Gerini (Claudia Procles), Maia Morgenstern (María), Sergio Rubini (Dimas), Toni Bertorelli (Anás), Roberto Bestazzoni (Malchus), Francesco Cabras (Gesmas), Giovanni Capalbo (Cassius), Rosalinda Celentano (Satán), Francesco De Vito (Pedro), Luca Lionello (Judas).
3 Cfr. Ibid., p. 123.
4 Ibid., p. 122.
Muy de acuerdo esta vez. Desde luego, los romanos quedan como auténticos bárbaros, supongo que intentando expresar con eso el posible fin de una civilización que se hace inhumana. Me recuerda al mismo recurso que emplea en Apocalipto, cuando cifra la desaparición de los aztecas (creo que eran aztecas) por la degeneración de violencia, excesos e infraternidad en la que están sumidos los pueblos precolombinos...
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